Aun no queda claro quien se encarga de escribir nuestra historia, Dios, el destino, una cruel mano que solo le gusta divertirse con nuestro sufrimiento o felicidad, o uno mismo, sin embargo cuando decidimos renunciar a lo que somos en verdad que es lo que buscamos, ser felices, hacer feliz a alguien o simplemente esperamos que suceda lo mejor.
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