Una joven editora acaba de enterarse que sufre de una enfermedad que le ha dejado solo 100 días de vida, ha decidido no luchar contra ella, pero eso no quiere decir que lo ha aceptado del todo, simplemente que detesta lo que le sucede al grado de que ha deseado que el mundo sea destruido como si esto fuera un tipo de venganza por lo que le estaba sucediendo, sin embargo jamás se imaginó que a su puerta se le presentara un hombre y que le dijera que estaba dispuesto a cumplir su petición, y que se hace llamar Fatalidad.
La joven editora fue criada por su tía junto con su hermano menor después de que sus padres murieran en un accidente automovilístico, ella trabaja en una empresa con un jefe por demás tonto, y que solo se ha mantenido en pie gracias a que el equipo con quienes trabaja en verdad se esfuerzan por conservar y consentir a los escritores, así que ella demás de trabajar con ellos, los considera grandes amigos, ha tenido que lidiar constantemente con su hermanito ya que al parecer no se ha decidido por que ha con su vida, así que muy seguido termina pidiéndole dinero para continuar con su vida de vagancia, intenta que su tía no se preocupe por ellos después de que hiciera su vida con su pareja en Canadá, pero continua muy al pendiente de ambos. Ahora su lucha es por ocultarles que pronto perderá la vida ante esta enfermedad, bien sabe que harán hasta lo imposible porque ella luche por sobrevivir. También cuenta con una mejor amiga quien es una escritora que no ha sido famosa solo porque no ha encontrado una temática que en serio le agrade, por ahora solo escribe romance que se basa demasiado con sus propias vivencias.
El joven llamada Fatalidad cumple con su labor de destrucción para lo que fue creado en este mundo, no siente compasión, dolor, hambre, sueño, mucho menos puede sentir amor o empatía por quien sufre, así que cuando escucha el deseo de aquella chica sobre la destrucción del mundo, parece ser lo que ha estado esperando, detesta a la humanidad, piensa que no merecen la oportunidad que Dios les ha dado para existir y gozar de tanto, que ellos mismos se encargaban de destruir todo a su alrededor, ver como dañan la naturaleza, como entre ellos mismos se lastiman o asesinan, detesta como intentan sobrevivir, y no comprende por qué luchan por encontrar una felicidad tan frágil, es más le reclama a Dios por qué lo ha puesto en esa posición de mantenerse en la soledad mientras observa como esa humanidad muere y nace luchando por algo que pensaba era inalcanzable.
La joven escritora amiga de la editora, tuvo una triste experiencia amorosa de estudiante, fue abandonada por un chico que pensó era el amor de su vida, jamás le dio alguna explicación, pero lo más sorprendente es que mientras lloraba sentada bajo la lluvia en las escaleras donde esperaba pasara en algún momento aquel chico, se topó con otro que no comprendió exactamente el porqué, después de hablarle de manera golpeada que se moviera ya que no le permitía entrar a su domicilio, ella se movió y continuo llorando, el joven le coloco el paraguas en su mano y le dio un dulce beso en los labios, después de eso, jamás pudo olvidar ese momento.
Hay dos jóvenes herederos de una familia que tiene buena posición económica, pero ellos decidieron trabajar de manera independiente, uno de ellos abrió y administra una cafetería y el otro es editor en la misma empresa que la chica enferma, estos chicos conocen también a la escritora y dejaron aquel dolor en su vida.
Como se darán cuenta tendremos a dos parejas que intentaran encontrar la felicidad, la editora y el chico fatalidad, se la verán complicada ya que el contrato que firman de ninguna manera garantiza que ella vivirá más de lo que está escrito en su destino, le promete que no sufrirá, siempre y cuando se encuentren cada 24 hs y se den la mano, como una manera de recargar energía, y que ella puede decidir no destruir el mundo pero entonces la penalización será que desaparecerá el ser que más ama en ese mundo.
La verdad sentí que la llevaban muy bien, la desesperación, el miedo, la angustia, la pasión, etc., es más ni siquiera esperaba un final feliz, como podía ser, pero no, definitivamente el final es donde me perdieron, no debió suceder lo que sucedió, sé que el dedo de Dios tuvo que ver, sin embargo, como siempre jamás estaremos de acuerdo con lo que el decide en muchas ocasiones, y esta es una de ellas, en fin, recomendable pero no para verla más de una vez, suerte.
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